Sin complicaciones, operaron a Cristina y seguirá internada

La frase fue como un bálsamo para los militantes que se habían mantenido en tensa vigilia, y una respuesta a las expectativas de un país que estuvo pendiente de la operación a Cristina Kirchner para extirparle un cáncer de tiroides: “La cirugía de la Señora Presidenta se realizó sin ningún inconveniente ni complicaciones”, leyó ayer apenas pasadas las dos de la tarde el secretario de Comunicación, Alfredo Scoccimarro.

Entre los militantes kirchneristas que aguardaban fuera del Hospital Universitario Austral estallaron vítores y aplausos. Bajo un sol que lastimaba, el vocero presidencial siguió con la lectura del comunicado firmado por los doctores Luis Buonomo y Marcelo Ballesteros, de la Unidad Médica Presidencial. En menos de dos minutos agregó que la intervención quirúrgica –que se inició poco antes de las 8.30– duró alrededor de tres horas y media y que “la paciente” presentaba “una buena recuperación postoperatoria inmediata”. “La Presidenta, que se encuentra despierta, recibirá los cuidados postoperatorios habituales en el área de internación general”, señaló el vocero. Además confirmó que a Cristina se le practicó una tiroidectomía total, es decir laextirpación completa de la glándula tiroides,en cuyo lóbulo derecho tenía el carcinoma papilar. Un nuevo parte será difundido hoy.

La Presidenta permanecería internada en el Hospital durante 72 horas y sería dada de alta el sábado, aunque su convalecencia se extenderá en principio hasta el 24 de enero.

Desde ayer el vicepresidente Amado Boudou quedó a cargo del Ejecutivo.

Según pudo averiguar Clarín , la Presidenta permaneció ayer su reposo en la habitación 217 del segundo piso del hospital, un sector blindado por la seguridad al que sólo tuvieron acceso sus hijos Máximo y Florencia, su hermana Giselle, la cuñada Alicia Kirchner, su nuera Rocío García. El secretario de la Presidencia, Oscar Parrilli, estuvo con ella cuando llegó a las 7 de la mañana en helicóptero (acompañado por sus hijos) desde Olivos. La madre de la Presidenta, Ofelia Wilhelm, llegó en auto pasadas las 9. Parrilli y Scoccimarro fueron los únicos funcionarios en contacto con la familia, pero tampoco vieron tras la operación a la Presidenta, que se preservó en la intimidad con su círculo familiar.

La noticia de que las cosas habían salido bien fue recibida con alivio y satisfacción en el Gobierno. “Estamos muy contentos. Aunque el pronóstico era bueno, no dejaba de ser una operación y eso siempre causa preocupación”, resumió a Clarín un alto funcionario. En el Gabinete donde los ministros se esmeraron por mostrarse “en funciones” y con bajo perfil, dio la nota en solitario la ministra de Industria, Débora Giorgi, que sacó un comunicado de apoyo a Cristina en el que celebró que la operación fue “exitosa”.

Desde países vecinos, se conocieron gestos de apoyo de Hugo Chávez y Lula da Silva.

”Salió bien de la operación. íViva Cristina!”’, expresó el venezolano a la prensa en Caracas, luego de contar que había hablado con el canciller Héctor Timerman. Lula le mando una carta a Cristina desde San Pablo, en la que manifestó su “alegría” porque todo había “salido bien”. “ En breve vamos a reencontrarnos, ambos con salud”,aseguró Lula quien ayer enfrentó la primera sesión de radioterapia por su cáncer de laringe.

Como parte del operativo, el doctor Pedro Saco –el oncólogo responsable de la cirugía– y su equipo, habían sido alojados anteanoche en secreto en el hotel Howard Johnson de Pilar, donde estuvieron custodiados por la seguridad presidencial, que los escoltó muy temprano en la mañana hasta el Hospital Austral. Las rutinas del mundo médico se revolucionaron en el propio hospital donde hubo enfermeras y auxiliares que se ofrecieron espontáneamente para trabajar cuando supieron quién iba a ser la ilustre paciente.

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