Barcelona despues del empate (2-2) con el Valencia en Mestalla con una gran victoria sobre el Atlético de Madrid por 5-0 en el Camp Nou. Con un Lionel Messi brillante, y autor de un triplete como en el 8-0 a Osasuna de dos fechas atrás, el equipo de Guardiola se puso a un punto del líder Betis, que juega el lunes. Los otros goles los convirtieron Villa y Miranda (en contra), en tanto que Javier Mascherano –al igual que la Pulga- fue titular.
Dieciocho goles a favor y ninguno en contra en tres partidos como local. Con sólo esa estadística Barcelona ya mete miedo. Y fue una noche para el olvido para el conjunto madrileño, que sencillamente no existió. El Barcelona le invitó a presenciar en primera fila su enésima exhibición y el Atlético aceptó la invitación resignado a su suerte. Entregado desde el primer gol, incapaz de salir con el balón jugado y sin recurrir si quiera a un plus de agresividad para frenar al rival, los rojiblancos se rindieron demasiado rápido.
Falcao, el delantero de moda del fútbol europeo, ni siquiera olió el área defendida por Valdés, que solo tuvo un susto inicial -un inesperado disparo de Tiago al travesaño- y luego se dedicó a disfrutar desde su arco del festival de fútbol ofensivo que protagonizaron sus compañeros. Guardiola volvió a apostar por una zaga de tres para poblar de nuevo el mediocampo. Presionado muy arriba, robando en el campo rival y trazando combinaciones a mil por hora antes de romper la defensa visitante con frenéticas permutas de posiciones, desmarques en diagonal y rupturas al espacio, el Barsa se hizo el dueño y señor del partido.
Xavi se erigió otra vez en el jefe de todo esto y volvió a sentar cátedra, hoy especialmente dedicada a la ejecución del pase largo. Villa cazó el primero a los nueve minutos, la bajó con el pecho, sentó a Miranda con un recorte seco y fusiló a Courtois con la zurda. Un maravillosa combinación entre Xavi, Messi y Pedro acabó con el gol en contra de Miranda a los quince minutos y la primera aparición de gol de Messi definió el encuentro antes de la media hora de juego.
Para entonces ya diluviaba en el Camp Nou. Peor aun para el Atlético, al que la pelota no le duraba un suspiro. Una vaselina de Cesc que lamió el travesaño fue la última ocasión local antes del descanso. Manzano ordenó dos cambios para afrontar el complemento: Arda Turan y Salvio por Mario Suárez y Reyes. Y Guardiola aprovechó que el partido estaba sentenciado para regalarle a Piqué los primero minutos después de su lesión.
Messi, en dos ocasiones, y Villa tuvieron el cuarto en sus pies. Pero fue Messi el que volvió aparecer para protagonizar el cuarto. La frutilla del postre la puso el rosarino en el último minuto, tras tomar una pelota y en el área y firmar el 5-0 con una definición cruzada al palo izquierdo del arquero. Un arquero que nada pudo hacer para evitar el hat-trik del argentino.
Para entonces ya diluviaba en el Camp Nou. Peor aun para el Atlético, al que la pelota no le duraba un suspiro. Una vaselina de Cesc que lamió el travesaño fue la última ocasión local antes del descanso. Manzano ordenó dos cambios para afrontar el complemento: Arda Turan y Salvio por Mario Suárez y Reyes. Y Guardiola aprovechó que el partido estaba sentenciado para regalarle a Piqué los primero minutos después de su lesión.
Messi, en dos ocasiones, y Villa tuvieron el cuarto en sus pies. Pero fue Messi el que volvió aparecer para protagonizar el cuarto. La frutilla del postre la puso el rosarino en el último minuto, tras tomar una pelota y en el área y firmar el 5-0 con una definición cruzada al palo izquierdo del arquero. Un arquero que nada pudo hacer para evitar el hat-trik del argentino.
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